domingo, 17 de noviembre de 2013

F. de Quevedo

La necesidad de agotar el disfrute del amor presente, a causa de la fugacidad de la vida, es un tema frecuente en la poesía greco-romana, resumido en el "Carpe diem" de Horacio. De ella ha pasado a las literaturas modernas. Un ejemplo de la literatura española son estas estrofas del "Idilio" de Quevedo:

Goza la luz del día,
que no hay rienda que pare al Tiempo leve;
y es tal su tiranía,
que ningún ruego ni oración le mueve.
Atropella tesoros y belleza;
ni vuelve atrás, ni aguarda, ni tropieza.[...]
Coronemos con flores
el cuello, antes de que llegue el negro día.
Mezclemos los amores
con la ambrosía mortal que la vid cría.
Y de los labios el aliento flaco
nos acuerde de Venus y de Baco.

F. De Quevedo.

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