jueves, 13 de noviembre de 2014

Goethe


"Lo que puedes hacer o sueñes que puedes hacer, empiézalo; en la audacia hay genio, poder y magia." (Goethe).

Oscar Wilde

"De veras que no veo nada romántico en declararse. Estar enamorado es muy romántico. Pero no hay nada romántico en una declaración en toda regla. Sobre todo porque puede ser aceptada. Con lo que la emoción desaparece por completo. La esencia del romanticismo es la incertidumbre. Si me caso alguna vez, haré todo lo posible por olvidarlo."
La importancia de llamarse Ernesto, Oscar Wilde

Fernando Tornero Torner

Siempre he creído
que el castigo de mi soledad
es buscarte,
y es extraño
pues ésta desaparece
cuando te pienso.
Aunque tal vez
son los silencios
de observar tu imagen
los que la alejan.
Y digo tal vez,
porque no entiendo
la piel tan fría
si el corazón arde,
si sé que existes
y el tiempo no comprende
detener su camino
y esperarnos.
Pero es bueno
saberte posible.
Tú darás sentido
a cada una
de las lágrimas.
La soledad
es el primer paso
para dejar de estar solo.
Mientras,
yo vivo un poco más
en cada verso,
y con este poema
ensayo el lenguaje
que cambia a tu llegada:
Nadie por ti.
Yo por nosotros.

César Gavela

LLUEVE EN VALENCIA
Llueve tanto hoy en Valencia, tanto que parece que la vida se acaba.
La ciudad está taladrada de niebla y agua, de granizo a ratos. Es todo blanco y gris y más lluvia, y frío, y casi nieve, y aguanieve, y las casas son fantasmas, y la gente ha desaparecido, casi toda.
La cálida y fulgurante ciudad mediterránea, la más italiana urbe de España, la más desvergonzada y libre, charlatana y colorista; la que menos padece los rigores de la moralina, la ciudad dulcemente promiscua, se ve sometida a una camisa de fuerza que viene del alto cielo duro de los hielos y las tristezas.
Pero durará poco, y volverá el vivir al aire libre. Y la luz que es tan transparente. A veces demasiado. Tan límpida que uno añora un leve filtro de aire violeta, azulado.
Volverá el crepitar de los cuerpos y las palabras. Pero ahora, de momento, en este día de diluvio, en esta tarde oscura y bella, disfruto de lo desapacible. Veo llover en la plaza del Carmen, suenan las campanas de la iglesia, los árboles están negros y empapados. Y mi placer es legítimo porque antes he atravesado calles bajo la tromba, y aún tengo el agua en los pantalones, en los zapatos, en la cabeza, en el alma.
César Gavela

Primer día - Bruckner

5 de septimebre de 2013
Hoy ha sido el primer día de clase con mis nenes de 9 años. Estaban tan guapos, altos, morenos...y tan felices de haber vuelto.
El travieso gamberrete que el año pasado llegó en Abril y me amargó el final de curso también estaba. Se ha acercado a mi nada más llegar en el salón de actos antes de repartir a los niños por aulas y me ha dicho ¿me puedo sentar contigo? Así que ha sido el primer niño que he tenido al lado. He pensado: pobre, ya nadie lo quiere al lado.
Y me he puesto a pensar: Voy a decirle que este curso se porte bien. No, que eso es dar por sentado que espero que se porte mal. Pues que no pegue a nadie. No, que eso es como decirle que espero que pegue...Pues callada un día como hoy no me puedo quedar...Y le he dicho:
- Javier, ¿Sabes qué?
- ¿Qué? - me ha dicho muy interesado.
- Que este año me voy a portar mucho mejor que el año pasado.
- ¡¡¡Y yo!!! - me ha dicho él - No voy ni a pegar.
Ufff Lo conseguí.
Luego, una vez en el aula, les he puesto la cuarta sinfonía de Bruckner y los he puesto a escribir qué desean este año en un folio en forma de nube.
Se les veía tan felices. Yo la más.
Ha sido un momento mágico, de esos que quieres que no se acaben nunca.

Juan Ramón Jiménez

ESTOY TRISTE, Y MIS OJOS NO LLORAN
Estoy triste, y mis ojos no lloran
y no quiero los besos de nadie;
mi mirada serena se pierde
en el fondo callado del parque.

¿Para qué he de soñar en amores
si está oscura y lluviosa la tarde
y no vienen suspiros ni aromas
en las rondas tranquilas del aire?
Han sonado las horas dormidas;
está solo el inmenso paisaje;
ya se han ido los lentos rebaños;
flota el humo en los pobres hogares.
Al cerrar mi ventana a la sombra,
una estrena brilló en los cristales;
estoy triste, mis ojos no lloran,
¡ya no quiero los besos de nadie!
Soñaré con mi infancia: es la hora
de los niños dormidos; mi madre
me mecía en su tibio regazo,
al amor de sus ojos radiantes;
y al vibrar la amorosa campana
de la ermita perdida en el valle,
se entreabrían mis ojos rendidos
al misterio sin luz de la tarde...
Es la esquila; ha sonado. La esquila
ha sonado en la paz de los aires;
sus cadencias dan llanto a estos ojos
que no quieren los besos de nadie.
¡Que mis lágrimas corran! Ya hay flores,
ya hay fragancias y cantos; si alguien
ha soñado en mis besos, que venga
de su plácido ensueño a besarme.
Y mis lágrimas corren... No vienen...
¿Quién irá por el triste paisaje?
Sólo suena en el largo silencio
la campana que tocan los ángeles.
Juan Ramón Jimenez

Ana María Arroyo

/.../
Difumino el todo.
Pruebo el estallido
del vibrante blanco
que salva mis veces.

Compro la nada.
Enlazo lo frágil
de miles de errores,
oculto, muy dentro.
Para ser
abrigo.
Porque soy
mujer.
"En la piel del verso"
A.A.
(Ana María Arroyo)
Para Aiko Ko, sin más.

Aiko

Llego a casa, me quito los zapatos, me desabrocho el cansancio y lo tiro todo a lavar y corro a abrazarme a mi libro de poesía...es entonces cuando me pierdo.
 Hoy tiro la semana y el babero por el balcón y me visto de fiesta.
Aiko

Un libro maravilloso





FRANCISCO BRINES

"Oh Vida,
que todo me lo has dado.
Ahora ya sé que, siendo esto verdad,
nada me has dado.
Mas déjame mirarte aún con amor,
aunque no tenga ya deseos de abrazarte.
Y aunque sepas que yo no te abandono
puedes tú abandonarme."
FRANCISCO BRINES. Gran poeta nacido en Valencia en 1932.

Federico García Lorca en Fuente Vaqueros

Alocución de Federico García LORCA al pueblo de Fuente Vaqueros (Granada) en septiembre de 1931:
"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
"Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
"No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan.
Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
"Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros? "¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del
mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía
del alma insatisfecha dura toda la vida.
"Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".