"No puedo seguir esperándote, la vida no me
espera a mí y no puedo detenerme. Debo subirme a ese tren antes del
toque de silbato, ¿quién sabe? Puede ser que más allá de las vías
consiga alcanzar esa luz que en tantos sueños estuvo iluminando
la celda de mi corazón. De nada sirve encarcelarlo, pues más allá de
protegerle cometería un tremendo asesinato. Estar preso es lo más
parecido a estar muerto, y yo estoy viva." Merche González.
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